Porta: reforzar el microcrédito para favorecer la inclusión social, la creación de pequeñas empresas y los proyectos de cooperación para el desarrollo

El Presidente de la Comisión para los italianos en el exterior de la Cámara y para la promoción del Sistema País presentó un pedido al Ministro de Economía dirigido a promover una mesa de coordinación de la actividad del microcrédito y un control más eficaz sobre los operadores

microcredito

“El microcrédito en los últimos decenios se ha consolidado progresivamente como un importante motor de promoción humana y de desarrollo social, no solo en las realidades que reclaman debido a los atrasos en el desarrollo, sino también en áreas, como Italia, afectadas por procesos de crisis de larga duración y por fenómenos de inmigración.

La crisis, de hecho, ha determinado un área de pobreza absoluta, calculada por los institutos estadísticos en 4 millones de personas y de pobreza relativa de 8 millones de sujetos.

Además, la desocupación juvenil involucra directamente a cerca de la mitad de los jóvenes en condiciones de trabajar y entre 2006 y 2016 se ha tenido un saldo negativo en 134.000 pequeñas empresas, a lo cual se agrega un consistente número de personas, dotadas de experiencia y competencia, que han perdido el trabajo en edad avanzada y que encuentran dificultades particulares de reinserción. Nuestro país, además, está luchando con notables problemas de integración de los inmigrantes – son ya casi 5 millones – que no obstante las actuales dificultades han decidido permanecer. Sin contar las intervenciones de cooperación para el desarrollo en áreas de fuerte interés, como por ejemplo África, Medio Oriente y América meridional.

Se comprende bien, entonces, la cantidad de ámbitos que existen para la actividad del microcrédito, que por su naturaleza está dirigida a incluir socialmente sujetos en condición de dificultad y con riesgo de marginalidad, a promover pequeñas empresas y cuentapropistas y a concretar programas de solidaridad para el desarrollo de zonas elegidas previamente por nuestros operadores.

En Italia, además de operar desde 2006 al 2010 una Comisión de coordinación nacional y desde 2010 el Ente nacional del microcrédito, el desarrollo de la actividad de este sector, si bien registra índices positivos, está todavía lejos de las necesidades y de las potencialidades existentes. En particular, para los microcréditos de promoción de empresa solo un tercio de las solicitudes presentadas han sido tomadas en consideración. Por otra parte, no se deben subvalorar las posibilidades ofrecidas por los instrumentos microfinancieros puestos a disposición por la Unión Europea, los cuales serían mejor integrados con los nacionales. Justamente ahora, que se abren nuevas perspectivas con la promulgación del reglamento de aplicación de la ley 2014/2011, que permite el uso de una cuota de las disponibilidades financieras del Fondo central de garantía a favor de fondos de garantía para el microcrédito.

Están dadas las condiciones, por lo tanto, para un cambio de paso general y para una verificación del modo de operar de los sujetos que en este campo tienen la responsabilidad y poder de intervención. En particular, no debería postergarse una seria reconsideración de la adecuación del Ente para el microcrédito a los deberes institucionales que el estatuto le asigna.

Por ello, dirigí al Ministro de Economía y Finanzas un pedido de informe escrito, firmado también por los otros legisladores electos en el exterior y por decenas de colegas del PD, en el cual pongo de manifiesto la cuestión de una renovación de la atención y un relanzamiento de la iniciativa para dar impulso a un sector de intervención de peso creciente en orden a las extendidas necesidades de inclusión social, de promoción de microempresas, sobre todo en esta fase inicial de recuperación económica, y de presencia solidaria en áreas del mundo con problemas significativos de retraso y subdesarrollo. Al mismo tiempo, he preguntado al Ministro si tiene intención de verificar si son atendibles las señalizaciones recurrentes de la prensa en relación al desequilibrio existente en la actividad del Ente para el Microcrédito entre los gastos de orden administrativo, de consultoría y de organización de eventos y aquellos de intervención directa. En particular, solicité se me faciliten los datos certificados por el Tribunal de Cuentas, cuyo control es deseable esté en la verificación del estado actual como del futuro. Al mismo tiempo, favorecer una gestión siempre más extensa sobre preceptos de competencia y profesionalidad. Concluyendo, se considera promover, también a la luz de los resultados del encuentro sobre microcrédito desarrollado en el Parlamento bajo el patrocinio de la Presidencia de la Cámara, una mesa permanente de coordinación y de concertación de los diversos sujetos que accionan en este campo con el fin de racionalizar las intervenciones y de optimizar los resultados, también a través del reforzamiento de una red de apoyo y de servicios que puedan contribuir a expandir y a estabilizar las iniciativas”.

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