Luego de una elección claramente fraudulenta, como lo certifican organismos internacionales imparciales y sin que el gobierno venezolano haya presentado jamás la documentación pertinente como clamaba la comunidad internacional, mañana en Caracas el dictador Nicolás Maduro intentará iniciar una nueva farsa más, proclamándose Presidente a falta de los requisitos mínimos que se le exigirían a un Presidente electo en un país democrático.

El pueblo venezolano y la valiente oposición al régimen de Maduro merecen no sólo nuestra solidaridad sino también la fuerte exigencia paralela de la restauración del Estado de derecho, comenzando con la liberación inmediata de los presos políticos, incluidos algunos con ciudadanía italiana.

Italia también debe seguir mostrándose cercana a Venezuela y a su pueblo con la misma unidad de propósito que en América del Sur ve a gobiernos de diferentes tendencias políticas denunciar la ilegitimidad de las últimas elecciones y, en consecuencia, la confirmación de un régimen iliberal y autoritario.

Fonte: Oficina Prensa Hon. Fabio Porta